jueves, 5 de abril de 2012

Grafología Infantil, Enseñando a escribir a los nuestros niños


Nathalia Calderón
Directora del CELA (Centro Especializado en Lenguaje y Aprendizaje).
Terapeuta de Lenguaje, Máster en Psicopedagogía, Máster en Administración Educativa y Licenciada en Educación Especial. Especialista en problemas de aprendizaje UNED.
Colaboradora del programa "Buen Día"

La escritura nace como un proceso natural del lenguaje.  El niño o la niña hacen su primer descubrimiento al arrastrar un objeto y quedan marcas.  El niño observa, ha descubierto un nuevo objeto: el objeto gráfico. 
No existe grafomotricidad, sin una base psicomotriz ya conseguida, ni tampoco hay comunicación escrita sin una elaboración anterior del lenguaje y de la lengua oral.   Actualmente no nos resulta extraño ver a niños y niñas de dos, tres o cuatro años “forzados” a realizar signos alfabéticos, sin haber conseguido antes las maduraciones necesarias y “forzados” nuevamente más tarde a multiplicar sus actividades caligráficas sin que den ningún resultado positivo.

Los instrumentos:
A mayor número de instrumentos utilizados, mayor número de posibilidades conseguidas.  Pero es importante recalcar que el uso de instrumentos es un elemento más dentro del proceso, y que su momento de introducción no es arbitrario.

Los instrumentos naturales:
Son aquéllos que pertenecen al propio cuerpo del niño (a), y su especialización para el movimiento grafomotor es una prolongación de su capacidad de instrumentalizar los segmentos corporales, especialmente las manos y los dedos.  También el niño puede conseguir experiencias con la presión de los pies, aprovechables para la internalización de los elementos diferenciales y lateralizados.
Su uso debe establecerse en este orden:
  • Manos del niño.
  • Dedos del niño.
  • Pies del niño.
Los instrumentos artificiales:
Son los que permiten conseguir el grafismo (trazos) propiamente dicho.  Su utilización siempre es una sorpresa  para el niño, lo que contribuye a un factor fundamental en la producción gráfica: que tiene que ser emocionante.  Entre los instrumentos artificiales, podemos distinguir varias clases, que se corresponden a los pasos que hay que seguir en su utilización.
Instrumentos cuya prensión puede ser, simplemente, palmar, que son prolongación de la mano del niño:
  • Esponjas, borradores.
  • Algodones (metidos en una bolsa de malla).
  • Trocitos de tela (en forma de un rollito grueso e impregnado de color en su interior).
  • Instrumentos que exigen una prensión radio – palmar:
  • Brochas, rodillos.
  • Pinceles gruesos.
  • Pinceles más delgados.
  • Instrumentos que exigen una prensión digital (con todos los dedos):
  • Tizas.
  • Papas (en tajadas y se le agrega colorante)
  • Instrumentos que trabajan la prensión tridigital de índice – pulgar – medio:
  • Punzones (grueso y fino).
  • Tijeras (que, a diferencia del resto, es un instrumento no natural, pero habilita la prensión tridigital).    Si hace falta se usan tijeras de ayuda, antes de usar las tijeras punta roma habituales.
  • Instrumentos que exigen la prensión de “pinza digital”:
  • Ceras blandas (dan tonicidad a la mano y el antebrazo, al igual que trabajar el barro), se puede utilizar tizas pastel.
  • Ceras duras (dan fuerza al trazo, lo mismo que trabajar la plastilina).  Usar crayolas primero muy gruesas, luego gruesa y poco a poco más delgadas.
  • Rotuladores (pilot o marcadores de punta gruesa y luego punta más fina).
  • Lápiz Nº2.
Los trazos emergen del interior del niño y de la niña y son precisamente los indicadores válidos para señalizar el momento exacto de maduración en el que se halla.  Así considerados, podemos ver que no son, en sí mismos, contenidos de aprendizaje, sino más bien resultados de maduraciones.
En síntesis la no consecución de los trazos no se modifica con más trazos, sino con la estimulación correcta, proveniente de los restantes elementos grafomotores, o bien del momento psíquico del niño (a) y de su motivación. 

FACTORES QUE INTERVIENEN E INFLUYEN A LA ESCRITURA.
Entre ellos tenemos los más relevantes, tales como:
*El esquema Corporal. Es claro es que la imagen que está en nosotros tiene unos aspectos geográficos y espaciales. Es un esquema postural.  
*La Lateralidad. Se entiende por lateralidad el predominio, en los individuos, de un hemisferio cerebral sobre el otro: el izquierdo en los diestros y el derecho en los zurdos. 
*Orientación y Estructuración Espacial.
*La localización y Estructuración Temporal. Esta noción va unida a la anterior, ya que las nociones de tiempo y espacio se adquieren casi simultáneamente pues, como ha sido señalado por varios autores, el tiempo y el espacio no son sino diferentes dimensiones de la misma realidad.
*La madurez perceptiva. La mente infantil no ve el mundo al modo de los adultos.  El aprendizaje perceptivo comienza en los primeros días de la vida y poco a poco el niño va apreciando ciertos detalles como pertenecientes a las formas, y se van destacando señales se diferenciar más hasta que se haya distinguido gran numero de elementos singulares, característicos del objeto, capaces de caracterizar una forma singular.