viernes, 18 de noviembre de 2011

Santiago Chacón Jacobo: Un campeón ante la vida

A menudo, conocer historias esperanzadoras nos motiva a seguir adelante, es por esto que deseamos compartir con ustedes el testimonio de vida de un pequeño gran  campeón: Santiago Chacón Jacobo
¡Esperamos que impacte positivamente su día!

Testimonio compartido por: 
José Pablo Chacón & Laura Jacobo, papás de Santiago

Todo el embarazo fue maravilloso. Lo habíamos ansiado por mucho tiempo y lo disfrutamos mucho. Los exámenes y ultrasonidos siempre eran normales. Todo estaba bien. Pero al cumplir justos los 7 meses de gestación, Laura dejó de sentir los movimientos del bebé en su vientre. Pasamos una noche entera pendientes de que se moviera, pero no lo hizo.
A la mañana siguiente llamamos a la ginecóloga y nos dijo que nos recibiría de inmediato en su consultorio. Estuvimos ahí un par de horas. El ultrasonido mostraba que el bebé estaba vivo, pero su corazón era apenas perceptible, sus respiraciones también estaban a un nivel muy bajo.
La ginecóloga nos envió de emergencia a la Clínica Santa Rita, donde nació Santiago, para mantener a Laura y al bebé en observación. No parecía haber ninguna explicación para que Santiago estuviera como inconsciente o desmayado.
El consenso de los médicos consultados por la ginecóloga fue que había que hacer cesárea de emergencia. Y así sucedió ese mismo día.
La cesárea fue muy complicada, ambos estaban en peligro. Yo podía ver los monitores de Laura y sabía que su presión estaba por los suelos. No podían ponerle más anestesia por lo mismo.
Cuando por fin lograron extraer a Santiago, él estaba como inerte. Hicieron todos los procedimientos de rigor, pero siempre se extubaba (les introducen un tubito para verificar que todas sus vías están abiertas).
Inmediatamente fue trasladado en una ambulancia al Hospital Nacional de Niños. Fue muy triste ver a nuestro bebé recién nacido irse solito en una ambulancia.
Cuando Laura salió de sala de recuperación y estaba ya en una habitación, el pediatra que estuvo en el parto (y que ahora es el pediatra de Santi) regresó del Hospital, dijo que necesitaba hablar solo con nosotros dos. Así que todos salieron y nos quedamos solos con él. Fue cuando nos dio la noticia que jamás hubiéramos imaginado recibir. Santiago había nacido con una serie de malformaciones congénitas y requeriría de múltiples cirugías. Al día siguiente se le haría la primera.
Santiago nació con una atresia de esófago con fístula a las vías respiratorias. Eso quiere decir que su esófago no se conectaba con el estómago sino con sus pulmones. Tenían que cerrar la fístula e intentar unir el esófago con el estómago.
Santiago también presentaba otra malformación en el resto de su sistema digestivo. Su colon descendente se une con la vejiga en vez de desembocar en el recto y este en el ano.
El pediatra nos sugirió que lo bautizáramos esta misma noche.
Aquella noche, del día en que él nació, cuando lo fui a ver a la incubadora del Hospital, me impresioné de la cantidad de tubos y vías que tenía. Fue un panorama sumamente aterrador.
A la mañana siguiente Santiago fue sometido a la primera operación y todo salió bastante bien. Pero debía quedarse internado en la Unidad de Cuidados Intensivos de Neonatos. Fue conectado a un respirador y recibió alimentación parenteral.
Laura no pudo ir a verlo sino hasta varios días más tarde. Durante esos días Santiago fue sometido a múltiples análisis y exámenes. Nos hablaban de riesgos múltiples, de todo tipo. Había poca esperanza.
Cerca de 22 días después, ya Laura y yo podíamos estar juntos casi todo el día en la Unidad y nos turnábamos las visitas a Santiago, todo nos cambió una vez más.
Aquella tarde nos llamaron a una oficina aparte para decirnos que Santiago había sufrido una crisis general no identificada y que aún estaban intentando estabilizarlo. Nos dijeron que muy probablemente no iba a sobrevivir esa noche.
Esa tarde lloramos como nunca, estábamos devastados, no nos permitieron entrar a verlo. Regresamos a casa con el corazón hecho añicos. Y le rogamos a Dios que no se llevara a nuestro pequeño Santi.
Pasamos toda la madrugada llamando al Hospital para saber cómo seguía. Por la mañana salimos bien temprano hacia el Hospital y él seguía vivo. Pero sedado, hinchado y con un respirador de alta frecuencia. Era irreconocible.
En medio de todo esto, nos llega una noticia sorprendente. Los estudios de la placenta y del cordón umbilical habían revelado algo sumamente inusual en la gestación del bebé. El cordón umbilical carecía de la llamada “Jalea de Wharton”. Sustancia esencial para la transmisión de oxígeno y nutrientes en la vida intrauterina. Simplemente no la tenía. Por lo que era imposible que recibiera lo esencial para la vida. En el mundo solo se han reportado 50 casos iguales en 300 años. Y solo Santiago ha logrado nacer vivo con esa condición. No hay explicación, es imposible que un bebé sobreviva a esa condición, sin embargo estaba vivo y luchando por seguir vivo.
Estuvo 6 semanas en el Hospital y, por fin pudimos traerlo a casa. Qué día más feliz. Tuvimos que aprender muchas cosas. Alimentarlo por sonda, poner y quitar la cánula de oxígeno y manejar las máquinas condensadoras de oxígeno; tuvimos que aprender a poner, quitar y lavar todos los materiales de la colostomía. No podíamos recibir visitas ni sacarlo de la casa. Debíamos tener un estricto control de desinfección y un ambiente controlado (humedad y temperatura). Pero todo eso lo hicimos con todo el amor del mundo. Estamos dispuestos a pagar cualquier precio por la salud y la felicidad de nuestro hijo.
A Santi le restan al menos dos cirugías más. La próxima está programada para febrero. Sabemos que nos queda un largo camino que recorrer, pero también sabemos que vale la pena.

Evaluación de la audición en bebés

Dayana Leitón
Audióloga
Clínica de Especialidad Audiológicas CEA NMG

En los últimos años ha tenido gran auge el tamizaje auditivo neonatal, en muchos países los hospitales ya cuentan con este servicio  y forma  parte de lapruebas obligatorias que se le deben de hacer  a todos los recién nacidos antes de abandonar el centro hospitalario.
La prueba de emisiones otoacústicas es la que nos sirve para detectar problemas en la audición desde edades tempranas. Es fundamental para evaluar el estado auditivo en niños con factores de riesgo prenatal, perinatal, y postnatal.
La misma es una prueba objetiva que va a medir la audición y consiste en la estimulación de laslulas ciliadas externas del órgano de Corti, ubicadas en el oído interno y que registra las emisiones otoacústicas que ellas producen, evaluando diferentes frecuencias.
 Esta prueba nos ofrece las siguientes ventajas:

·    No requiere de que el niño demuestre una reacción conductual

·    Es indolora

·    No invasiva

·    Rápida y eficaz
 La prueba la realiza un Audiólogo, quien es el especialista en realizar los emenes de audición  e interpretar los resultados.
Las respuestas de la prueba son confiables, se presentan de manera inmediata una vez que se introduce una sonda en el conducto auditivo externo del niño, el aparato envía un sonido que estimula las lulas y estas envían de vuelta las respuestas como en forma de eco, el equipo analiza esas respuestas y da un resultado de pasa o “refiere. De acuerdo con el resultado pasa”, el niño no presenta ninguna alteración auditiva y si es “referir puede ser que exista aln daño auditivo. Lo recomendable es repetir la prueba en un lapso de dos semanas, y si esta vuelve a fallar es importante realizar pruebas electrofisiológicas y así complementar el diagnóstico auditivo.
La prueba de emisiones otoacústicas es una herramienta útil para descartar hipoacusias tempranas, que puedan interferir en el desarrollo intelectual y social de un niño.

Mi hijo pierde el curso lectivo

Geovanna A. Sánchez
Historiadora y Docente, Universidad de Costa Rica
Se ha dedicado por muchos años a la atención de niños con necesidades educativas especiales, así como aquellos pequeños con dificultades en el área de lecto-escritura.


Si su hij@ obtuvo bajas calificaciones en las primeras pruebas del tercer trimestre del curso escolar es necesario que empiece desde este momento a prepararse para los exámenes finales, para evitar que aplace en alguna asignatura.           
  • Consulte al docente sobre los temas que se incluirán en las últimas pruebas e inicien pronto con un plan de estudio, si su hij@ no entiende la materia y usted no le puede ayudar, sería conveniente el apoyo de un tutor para que le aclare todas las dudas que tenga, no solo con el objetivo de no perder este curso lectivo, sino también de evitar “lagunas” que afectarán la adquisición y asimilación de conocimientos posteriores.
  • En caso de que las bajas calificaciones de su hij@ hayan sido constantes a lo largo del año o incluso que tenga notas inferiores a las necesarias para aprobar en alguno de los dos primeros trimestres, reúnase con el docente de la materia que corresponda para consultar acerca de la posibilidad que tiene su hij@ de aplazar o incluso reprobar este curso escolar.   Si no tiene la posibilidad de aprobar, ayúdelo a organizarse para que inice su preparación para las pruebas de aplazados con el objetivo de ganarlas en un primer intento. Consulte al profesor/a sobre los temas que serán incluidos o por lo menos los tópicos generales para comenzar a estudiar.
  • Es importante que converse con su hij@ acerca de las posibles razones por las que él considera que no logró ganar el año lectivo, pero sin regaños, por lo contrario debe sentirse apoyado y motivado para realizar estas pruebas.
  • Perder el curso lectivo, difícilmente es resultado de un único examen con baja calificación, es la consecuencia de dificultades que existieron en el transcurso del año y que posiblemente no fueron detectadas o solucionadas a tiempo, para evitar esta situación.
  • Ya sea que su hij@ haya aplazado o reprobado el curso es muy importante que el docente le manifieste cuáles pudieron ser las causas desde su punto de vista, para que usted por su parte analice las que considera y se tomen medidas oportunas para evitar poner en riesgo otro año.
  • Las causas que pueden llevar a perder un curso lectivo son muy variadas y pueden ir desde dificultades académicas, inadecuadas técnicas de estudio,  hasta transtornos emocionales, problemas afectivos o de socialización que afectaron su rendimiento académico o problemas familiares. Encontrar las causas es necesario para poder ofrecer soluciones oportunas ante una situación que no solo afecta al estudiante sino que también a toda la familia.
  • No espere recibir la “sorpresa” de que su hij@ no aprobó este año en alguna materia cuando retire la nota final. Si ha recibido pruebas con bajas calificaciones, haga la consulta para que tomen las medidas necesarias en este momento.