lunes, 28 de febrero de 2011

Fijando nortes, desintegrando prejuicios


Maternidad. Pablo Picasso. 1901
Ana Arroyo 
Padres Jóvenes, Costa Rica. 
Estudiante de Derecho, Universidad de Costa Rica.


Hace algún tiempo abrí la Nación (Suplemento Proa), y encontré una noticia sobre un nuevo proyecto que está implementado el PANI. La autora del artículo detallaba que se trata de un programa que busca prevenir el embarazo en las adolescentes. El proyecto ‘Solo para Chicas’, de la Fundación Paniamor, le enseña a un grupo de colegialas de Hatillo, Santa Ana y Ciudad Colón a valorarse y a priorizar en su vida aspectos esenciales como el estudio.
Este plan es profundamente interesante y útil, especialmente para la población en riesgo social; pero, el titular, el titular de la noticia deja mucho que desear, "Chicas con un norte en la vida".
El científico Albert Einstein solía utilizar una frase que he utilizado como cruz de inquisición a lo largo de mi vida, "es más fácil desintegrar un átomo, que un prejuicio", puedo proferir sin temor a equivocarme que una vez más es válida su aplicación.
A lo largo de los años se ha tenido la idea que los hijos son una interrupción en la vida de las mujeres jóvenes (y por qué no, de hombres también, pero eso será tema de otro post). Este ideario surge a raíz de una revolución femenina que da frutos muy grandes, nos libera de cadenas; mas también nos ata a nuevos paradigmas no siempre correctos.
Mi hijo Santiago vino al mundo hace exactamente 6 meses, luego de meses de ilusión, de mucho amor, de esperanza, de nuevos proyectos, y también de muchas noches de dudas, de momentos donde tuve que de tomar decisiones cruciales (sí, a veces difíciles, pero, ¿qué padre no debe tomar decisiones difíciles?), y de la toma de nuevas y cuantiosas responsabilidades; pero, eso nunca me hizo perder mi norte como mujer.
Al contrario, todo el aprendizaje que me ha dejado ser madre (y eso que apenas mi carrera comienza) me ha otorgado la lección más valiosa de mi vida: las madres jóvenes también tenemos un norte en la vida, incluso en muchos casos mucho más claro que las que no han sido.
Si bien es cierto que hace un año me proyectaba obteniendo un posgrado en alguna prestigiosa universidad extranjera al terminar la carrera, hoy muy orgullosa les puedo decir que espero en 3 años estar escogiendo un buen preescolar para mi hijo, asegurándome de su crecimiento integral como persona, asegurándome que sea inmensamente feliz; y eso no me hace renunciar a la idea de obtener un doctorado.
Yo no creo en la cultura del "pobrecito", de la mediocridad que se forja en el imaginario colectivo de aquellos que ven a una universitaria (por qué no, una colegiala) embarazada. La vida no termina allí, la vida apenas empieza y está en los latidos que hacen vibrar de amor ese útero. Los sueños dejan de ser sueños, se convierten en imperativos existenciales.
Es posible darle cantidad y sobre todo calidad de tiempo a un hijo, enseñarle idiomas, música, formas, texturas, todo el mundo a nuestro alcance, y también estudiar/leer mientras ellos duermen, y obtener buenas calificaciones. Es posible tener a un hijo en el hospital y no separarse de su cama un segundo y no comer o dormir, pues estas se convierten en acciones secundarias.
Lo que resulta imposible es resistirse a tener el corazón atado a una pequeña manita de unos 4cm y a unos ojos grandotes fijados al rostro de su madre, acá es donde la comprensión trasciende barreras y se empiezan a forjar horizontes, ahora para dos.
Recuerdo mi vivencia con sS Dalai Lama en el año de 2005. En ella pude estar junto a un grupo de lamas que construían una mandala (diagramas o representaciones esquemáticas y simbólicas del macrocosmos y el microcosmos, utilizados en el budismo y el hinduismo), para su fe, este conduce hacia el camino a la unidad del ser, muchos le conocen como el laberinto de los círculos.
Creo que no son pocos los que temen a ser padres/madres jóvenes (y no tan jóvenes) por no querer enfrentarse a un "laberinto existencial", (el cual conlleva a una renuncia personal, a la eliminación de cualquier clase de egoísmo, a enfrentar nuestros demonios internos, a asumir las riendas y las responsabilidades de la vida, a encontrar lo que está dentro de nosotros a través de una conexión espiritual superior, a asumir un compromiso de proporciones casi épicas pero no imposibles, a cambiar rutinas y proyectos) pero, que al fin y al cabo, al igual que la mandala, al ser atravesado guarda en sus entrañas la esencia y unidad del individuo, y un cúmulo de experiencias muy positivas.
Un hijo te deja una herencia antes de nacer, un hijo da las fuerzas cuando te sientes más débil, un hijo regala un puñado de sonrisas cuando únicamente se desea llorar, sentir a un hijo en el vientre es la sensación más maravillosa y el milagro más poderoso.
Probablemente la autora del texto jamás imagino la trascendencia del título del artículo en una madre de 21 años. No sé si lo sobredimensioné, pero estoy segura aquellas mamás que rondan mi edad, pensarán de manera similar.
No es fácil pero es posible. Hoy más que nunca sé lo que quiero en vida, LO QUE NO QUIERO, y hacia dónde me dirijo. 
He contado con la bendición de una familia maravillosa y llena de amor que me ha apoyado incondicionalmente; con un padre responsable para mi hijo, y con un bebé impresionante. Tal vez esas razones se han convertido en un "plus", pero estoy segura que todas aquellas luchadoras que carecen de alguna de estas condiciones tienen su norte aún más claro: cruzar horizontes de la mano de sus hijos. 
Soy una madre orgullosa, amo increíblemente a Santiago, y esa es la principal razón para cada mañana sentir gratitud con Dios, con la vida y el universo por regalarme el privilegio de ser mamá. Al fin y al cabo, las flores más bellas nacen en primavera. 

¡Bienvenidos a Padres Jóvenes, Costa Rica!

"Solamente podemos aspirar a dejar dos legados duraderos a nuestros hijos: uno, raíces, y el otro, alas."  
William Holdding Carter


Padres Jóvenes Costa Rica, es un proyecto, sin fines de lucro, conformado por un grupo de especialistas de diversas áreas que tenemos como meta otorgar más y mejores herramientas a los padres jóvenes para la criar a sus hijos y darles una mejor calidad de vida.
Por medio de esta página y a través de prácticos consejos y testimonios esperamos ser de gran ayuda para todos nuestros lectores.