Claire de Mezerville

Es importante que los padres tomen en consideración que es común experimentar sentimientos intensos de duelo, tristeza, e inclusive culpa o enojo. No obstante, es necesario tomar en cuenta que, ética y psicológicamente, su hijo y el bebé que viene en camino, necesitan su apoyo.
Se debe reconocer sin embargo, que es difícil y complicado poder manejar “controladamente” nuestras emociones, pensamientos y preocupaciones ante una circunstancia en la cual todos los miembros de la familia se verán afectados de una y otra manera y así también la dinámica familiar. No obstante, es necesario hacer un esfuerzo titánico y tomar rienda de la situación, de los pensamientos, sentimientos y emociones; y actuar y reaccionar de la forma más beneficiosa para todos. Sin lugar a duda, en este momento la premisa es el adolescente y la criatura por nacer y el norte a seguir en cuanto la forma de interactuar con él o ella debe estar marcado por el apoyo, la empatía y el amor incondicional. Son en estos momentos de gran dificultad y turbulencia, en que una actitud generosa y llena de amor, genera el ambiente propicio y las formas de interacción correctas en procura del bienestar de de todos los miembros de la familia.
El ser humano integral
Tanto el embarazo no deseado, como las enfermedades de transmisión sexual en nuestros hijos adolescentes son síntomas de un problema más grave y profundo: un manejo descuidado de la sexualidad en etapas de la vida en las que los jóvenes aún no están preparados para un compromiso. La sexualidad sana, idealmente, es aquella en la que el respeto, el compromiso y el amor preceden a una relación de pareja estable y madura. Esto es así porque entendemos el ser humano como aquel que se ha formado en un contexto histórico y social, quien, integralmente, comprende dimensiones fisiológicas, espirituales y psicológicas. No podemos limitarnos a pensar en nuestros hijos como víctimas de sus hormonas, o como simples irresponsables en el manejo de sus responsabilidades. La realidad es más compleja.
Un embarazo, necesariamente, abre el escenario para conversar acerca de sexualidad. El hecho de descubrir que nuestros hijos sean sexualmente activos no quiere decir que tengan la información correcta, o que tengan una comprensión clara de su lugar como personas y de su dignidad.
Este es el momento de hablar sobre respeto, amor y cuidado personal. Del mismo modo, como adultos responsables, es fundamental guiar a nuestros hijos respecto a la necesidad de los cuidados prenatales necesarios. Médicamente, es fundamental la asesoría y consejo para fomentar el desarrollo sano del bebé. Aún en medio de un panorama confuso y tenso, esta criatura necesita un entorno favorable para crecer y para prepararse para vivir.
Preparándonos para una nueva etapa
Ante la noticia del embarazo de su hija o la paternidad prematura de su hijo, es muy importante reflexionar acerca de la forma en la que se ha hablado -o no hablado- de sexualidad dentro del seno de la familia. Resulta contraproducente permanecer en el reproche respecto a la actividad sexual prematura. Es necesario fijar los ojos en lo que está por delante.
Comentarios como los siguientes no ayudan a mejorar la situación, más bien hieren profundamente y deterioran la relación familiar (la cual, ya de por sí, está atravesando una crisis):
-“Usted perdió la más valioso”.
-“Ya nadie la va a respetar”
-“Usted verá que hace porque nadie la/lo va a ayudar a ver por esa criatura”
-“Ahora todo el mundo la va a ver diferente”.
-“Su vida se estropeó”.
-“Usted es una cualquiera (o cualquier adjetivo semejante)”.
Esto no quiere decir que haya que reprimir los sentimientos y la dificultad de este tiempo. Sí es muy válido expresar las propias emociones. Es recomendable y saludable que los padres busquen algún tipo de consejería y apoyo, así como elaborar los procesos que les permitan “perdonar” a sus hijos, por no responder a sus expectativas, acerca de la vida que deseaban para ellos. Algunas cosas que sí es necesario expresar son las siguientes:
-“Te amo, pero estoy molesto (a)”.
-“La vida va a cambiar”.
-“Usted tiene que asumir con valentía las nuevas responsabilidades”.
Este es el momento para preparar a sus hijos para ser papás. Es prematuro: es cierto. Es inesperado e implica sacrificios, pero la vida continúa. Es necesario que, en el hogar, se pueda crear un ambiente para asumir una nueva etapa.
¿Cómo hablar de sexualidad si mis hijos adolescentes ya son papás?
La sexualidad más segura y satisfactoria es la que se vive dentro de un compromiso de por vida. Un adolescente aún no tiene la madurez ni las condiciones para establecer compromisos permanentes. Aún si los hijos ya han manifestado que son sexualmente activos, es necesario hablar abiertamente acerca de las repercusiones que tiene, sobre el desarrollo del proyecto de vida, el tomar decisiones conscientes respecto al manejo de la propia sexualidad.
Independientemente de los eventos presentes; cuales serán las decisiones que se tomarán para la vida que está por delante (respecto a la relación con el otro progenitor del bebé, respecto al uso del espacio dentro de la casa, respecto a los roles en la crianza del bebé).
Del mismo modo, es importante que la casa de los padres sea un espacio en el que se respeten los valores que el hogar mismo ha estipulado. Como padres, no pueden evitar que sus hijos tengan una sexualidad activa, pero sí pueden hablar sobre cómo, en su rol de papás, aún procuran hacer valer sus principios en la casa y cuidar a sus hijos.
Aún cuando es delicado, es importante guiar a los hijos para que ellos asuman su rol de padres y no de “hermanos mayores” de sus propios niños. Como papá y como mamá, usted tiene autoridad sobre su hijo, pero, de igual forma, él (o ella) es quien deberá tener autoridad guiada sobre el bebé.
Finalmente…
Nunca retire el afecto, como modo de castigo o de “venganza” ante un embarazo no deseado. Es válido expresar dolor, es válido molestarse e incluso tomar una breve distancia que le permita pensar y recobrar la calma. No obstante, en este momento sus hijos lo necesitan más que nunca. Papá, este es el momento de ser papá. Mamá, este es el momento de ser mamá. Es tiempo de perdonar. Es tiempo de guiar y de prepararse para nuevos comienzos. Es tiempo de perseverar y de amar.
Agradecemos a Enfoque a la Familia, Costa Rica y a su departamento de medios de comunicación por permitirnos compartir este artículo, si desea más información puede visitar su página en internet ingresando a: http://www.enfoquealafamilia.com