María Luisa Ávila
Pediatra-Infectóloga
Hospital Nacional de Niños- Hospital CIMA
Ex ministra de Salud, Costa Rica
En los primeros años de la década de los 90, atendí a un niño de 3 años que ingresó con el diagnóstico presuntivo de tumor óseo, sin embargo lo que tenía en su brazo era una miositis osificante traumática que se había infectado (el músculo desarrollo hueso secundario a golpes repetitivos), víctima de la constante agresión por parte de sus padres ¨los malos¨.

Cada vez que venía al país pasaban por el HNN a saludar, tenía muchos años de no saber nada de él. La sorpresa fue recibir un mensaje a través de FB que era de mi paciente de ese entonces, hoy convertido en un exitoso joven, estudiante avanzado de medicina en una de las mejores 10 universidades de su país de residencia, tiene un excelente manejo del español porque sus padres le han mantenido vivo el amor por sus raíces y su país de nacimiento.
“Chateamos” un buen rato, quiere venir de vacaciones este año a Costa Rica, quiere que nos veamos y conversemos en persona, ya que le interesa hacer una pasantía en el HNN. Compartió maravillosas anécdotas de lo que ha sido su vida con sus padres que lo aman, lo cuidan, lo protegen y lo apoyan. Se acordaba de la anécdota de sus 5 años y la respuesta que me dió, y muy jocoso me dijo: “…Sigo pensando que ellos son mis verdaderos padres, sé que no fue que “los malos” me robaron, entonces ahora digo que lo que pasó fue que "la cigueña se equivoco de hangar”.
Finalizó su conversación diciéndome que podia escribir su historia en mi muro, que le gustaría que lo hiciera para que muchos sepan que un niño adoptado que recibe amor puede llegar a donde quiera, pero que no diera detalles que puedan identificarlo porque no quiere que “los malos” lo contacten.
Tres años de una triste historia, se han convertido en toda una vida feliz.