viernes, 17 de junio de 2011

EMOCIONES: Conociéndome para dar salud mental a mis hijos

Leonor Arias Chinchilla
Psicóloga


Los seres humanos somos seres tripartitos compuestos por cuerpo, alma y espíritu.
Dentro del alma tenemos los pensamientos y toda la parte cognitiva que nos mueve a crear pensamientos ligados a las circunstancias y eventos que atravesamos a lo largo de nuestra vida además acá también se mueve nuestra voluntad. Esos mismos pensamientos desencadenan o crean emociones en nosotros, esas emociones deben ser encausadas, identificándolas para controlarlas, de lo contrario, ellas nos gobernarán a nosotros.
Las emociones pueden ser amenazantes o beneficiosas, las amenazantes como la ira, la tristeza profunda, el enojo, miedo, culpabilidad tienden a ser emociones más fuertes en nosotros, suelen dejar una huella mas significativa y las beneficiosas como la alegría, amor, esperanza y la libertad fortalecen nuestro ser interior y brindan motivación y actitud hacia la vida. Por otro lado no debemos dejar de lado que el atravesar situaciones que nos hacen experimentar emociones negativas, nos traen experiencia, y desarrollan en nosotros herramientas para  afrontar la vida.
Debemos aprender a conocernos e identificar como nos sentimos, para interpretarnos y actuar en beneficio propio de nuestros hijos, obteniendo mayor calidad de vida.
Cuando nuestro hijo (a), identifica que estoy en capacidad para desarrollar control emocional, ellos lo elaboran y pasan a incorporarlo como parte del modelamiento conductual y emocional en su propia vida. El ejemplo comportamental que podemos darles es mejor que mil palabras, que mil correcciones, que las habladurías que podemos darles. Recuerde que su hijo está leyendo cada emoción, gesto, conducta, ejemplo y actitud que usted muestra, aún cuando usted no es consciente de ellas, recuerde que uno de los principales axiomas de la comunicación es que es imposible no comunicar, así que todo en nosotros comunica y los niños son personas sumamente receptivas y perceptivas.
Cuide la integridad de su hijo (a), recogerá frutos de su siembra y de su labor como padre de familia. ¡Adelante!