jueves, 30 de junio de 2011

El desafío de tener hijos

Por Sixto Porras
Director de Enfoque a la Familia, Costa Rica

Artículo preliminar: Tener hijos no es para cobardes

Con frecuencia surgen dudas y temores al criar hijos e hijas. Algunas de ellas podrían ser: 
-No resolver adecuadamente los problemas de los hijos/as.
-No lograr que los hijos/as se sientan amados y protegidos sin asfixiar.
-Que crezcan y se alejen de nosotros.
-No tener suficiente seguridad, en general, miedo a equivocarse.
-Duplicar en los hijos/as los malos hábitos de los padres.
-No relacionarse de la mejor manera con ellos/as.
-Que llegue el tiempo en el que piensen diferente.
-Que sean rebeldes y confrontadores.
Es válido sentir dolor, o impotencia las primeras ocasiones que salen de casa y no les podemos acompañar y proteger, o cuando ya no se tiene control sobre sus decisiones porque ya no son niños.
No son nuestros, y eso se ve de manera clara cuando salen de casa y aman a otras personas fuera de papá y mamá, y pasan mucho tiempo con ellas y menos con nosotros.
Por lo que ser padre y madre es de valientes, ya que requiere de entrega y fortaleza para criar a los hijos e hijas con lo mejor de nosotros mismos, y al mismo tiempo, saberles libres y dueños de sus propias vidas. Esto es desafiente, y emocionante.
A los padres que sufren
Todos los seres humanos somos distintos, por lo que los hijos son distintos unos de otros, lo que puede funcionar en la crianza de uno puede no funcionar con el otro. Esto torna aún más compleja la gran tarea de la crianza.
“Existe una idea infundada de que los padres y madres son responsables de todo lo que sus hijos llegan a ser. Se les elogia y se les reprocha por sus éxitos y fracasos, cualesquiera que sean.” (Dobson). Sin embargo, el sentimiento de culpabilidad infundada o prolongado más de lo debido (es decir, después de haberse disculpado por la falta y hacer lo posible para enmendarla) no es sano ni para los hijos ni para los padres, ya que genera inseguridad, además de dejar los límites difusos y tornar a los padres y madres en personas complacientes en exceso.
La crianza de hijos e hijas requiere valentía por las implicaciones que este trabajo tiene en la vida de estos seres humanos que se nos ha encomendado cuidar, formar, amar y respetar. Algunos ejemplos de importancia son:
-                   Tenemos 18 años para compartir esta misión, ya que después de esa edad son legalmente responsables de sí mismos. Añadido a esto, es la edad en la que elijen su carrera y salen de casa por las exigencias de la universidad o del trabajo.
-                   Tenemos de 8 a 14  años para enseñarles el valor de la vida, porque a esas edades ya podrán convertirse en padres y madres… por eso, tener hijos no es para cobardes.
-                   Enseñar sexualidad es enseñarles a elegir su proyecto de vida y trabajar para alcanzarlo desde que están pequeños. Se les debe enseñar a manejar sabiamente su sexualidad.
-                   Debemos ayudarles, tan pronto sea posible, a establecer límites y una correcta interpretación de lo que es amar, para que les ayude a diferenciar entre amor, capricho y enamoramiento.
Consejos para aplicar:
*Formar hábitos no es fácil. Una forma sencilla de llevar de procedier,  podría ser, asumir sus tareas para que siempre “saquen nota diez” o decidir por ellos para que no se lastimen. Sin embargo, esto les daña, les impide formar su propio criterio y tomar las riendas de su vida. Hay que dejar que ellas y ellos se equivoquen, aunque nos duela verlos sufrir. Por eso es importante iniciar con las responsabilidades pequeñas e irles trasladando responsabilidades mayores paulatinamente.
*Poner límites y ejercer autoridad ayuda a desarrollar disciplina, si bien no es sencillo, en definitiva, es necesario para una crianza saludable. Ser amorosamente firme requiere consistencia, perseverancia, presencia, amor, tolerancia y paciencia.
*El trabajo de la crianza no se debería delegar a la niñera, ni al centro educativo. Esta atención la necesita el menor por parte de su padre y madre.
*Las emociones son cambiantes, por eso debemos dominarnos y pensar con una mente racional, compasiva, firme y amorosa.
*No compare, ya que el efecto de la comparación es igual al del veneno.
*Es difícil lidiar con la rivalidad entre hermanos, por eso es importante enseñarles normas de conducta y negociación a través del ejemplo, ya que ellas y ellos aprenderán de cómo nosotros mismo manejemos nuestra ira. Para un hogar armonioso, nosotros debemos ser los primeros en infundir armonía. De esta manera se podrá erradicar la violencia dentro de la familia.
En conclusión, tener hijos representa un privilegio y un disfrute. Requiere de gran valentía y toda la ayuda que se tenga a disposición, ya que ningún hijo o hija, por más bello que sea, viene con manual de instrucciones, por lo que los consejos deben ser bienvenidos y hasta solicitados.
Aunque es una vivencia hermosa y emocionante, si nos sentimos agobiados, busquemos ayuda, muchos otros padres y madres ya han experimentado esos momentos de frustración, esto nos ayudará a crecer por medio de consejos sabios, y a no sentirnos solos en la gran tarea de tener hijos e hijas.

Agradecemos a Enfoque a la Familia, Costa Rica y a su departamento de medios de comunicación por permitirnos compartir este artículo, si desea más información puede visitar su página en internet ingresando a: http://www.enfoquealafamilia.com