jueves, 26 de mayo de 2011

Desarrollo tardío del lenguaje



Nathalia Calderón
Directora del CELA (Centro Especializado en Lenguaje y Aprendizaje).
Terapeuta de Lenguaje, Máster en Psicopedagogía, Máster en Administración Educativa y Licenciada en Educación Especial. Especialista en problemas de aprendizaje UNED.
Colaboradora del programa "Buen Día" 


Los niños y niñas adquieren el desarrollo del lenguaje principalmente de su entorno social y familiar.  Lo cual les permite acceder  en las primeras etapas del lenguaje.  Sin lugar a duda el lenguaje es de vital importancia, ya que es un puente de acceso a diversas e innumerables situaciones de aprendizaje.
Sin embargo, no todos los niños progresan de igual forma, y por tanto podemos hablar de un “Desarrollo tardío del lenguaje” cuando el niño (a) no está en disposición, a una edad determinada, de comprender y/ o de expresarse por medio de palabras y de frases en relación con su edad cronológica.   En estos niños y niñas la aparición del lenguaje es más tardía de lo habitual y se desarrolla lentamente y desfasada con respecto a lo que cabe esperar en un niño (a) de su edad.  Debe tenerse en cuenta que esta disfunción no tiene relación con la capacidad intelectual, ni con alteraciones motrices o sensoriales.
Es importante saber que cosas son “esperables”  y cuáles no en el desarrollo del habla y el lenguaje puede ayudar a entender si el niño presenta un desarrollo adecuado.     Ya que generalmente entre los 2 y 3 años, los padres suelen ser testigos de una gran explosión de vocabulario de sus hijos.   El vocabulario debe aumentar a un ritmo en el que no se pueden contar las palabras y debe combinar, en forma cotidiana, tres o más palabras para formar oraciones.  Así, como va en notable aumento la comprensión.
En qué consiste la diferencia entre habla y lenguaje:

El habla es la expresión verbal del lenguaje e incluye la articulación (pronunciación), que es la manera en la que se forman las palabras.   Cuando estamos frente a un “retraso del habla”, es  un retraso en la aparición aparece retrasada de 6 a 10 meses, con respecto a lo que se espera. 

El lenguaje es mucho más amplio y se toma en cuenta todo el sistema de expresión y de recepción de la información.  Ya que consiste en comprender y ser comprendidos por medio de la comunicación verbal, no verbal y escrita.   Cuando existe un retraso en la aparición de todos los niveles del lenguaje, que afecta sobre todo a la expresión.  Aunque la comprensión, por lo general está menos afectada. 

Los retrasos en el desarrollo del habla y del lenguaje, obedecen a muchas  causas.  Algunos niños con retraso en el habla presentan problemas de motricidad en la boca, es decir, que se le dificulta usar la lengua, los labios y la mandíbula para emitir sonidos.  Las dificultades auditivas también suelen estar  relacionadas con los retrasos del habla. 
Los problemas de comunicación repercuten también en la relación: si las iniciativas lingüísticas del niño o de los padres no tienen una respuesta adaptada, pueden aparecer por ambas partes manifestaciones de frustración; en el niño (a) se puede notar una inhibición, una inestabilidad,… el niño (a) hablará si su entorno se comunica con él, si observa los gestos, si comprende las palabras de la persona que le habla, y si puede hacer movimientos que induzcan a la palabra.
Es necesario comprender que el desarrollo del habla y del lenguaje van de la mano.  Por tanto un desarrollo tardío en el habla, tiene que ver cómo un niño está diciendo sus sonidos.  Un retraso en el lenguaje es la dificultad en entender las palabras y su significado y además, una incapacidad de ponerlas juntas en frases. 

Es válido tomar en cuenta:

Antes de los 6 meses: contacto visual, gestos, voltear la cabeza o llorar cuando se siente cansado, sonreír, reír.

Entre 6 a 12 meses: balbuceos; logra unir varios sonidos del habla; reconoce la gente, responde a su nombre.

Entre 12- 18 meses: es capaz de articular entre 10 a 50  o más palabras; seguir instrucciones simples, voltear páginas de un libro; responder a una pregunta señalando; agrupar los objetos en el juego (por ejemplo, todos los carros juntos).

Entre 18- 24 meses: dos palabras puestas juntas (por ejemplo, “más agua”); nombrar y  mostrar partes del cuerpo; debería ser capaz de hacer (imitar) los sonidos de varios animales.

Entre 24-36 meses: 50- 300 palabras o más; frases de 3 palabras; ser capaz de preguntar “por qué?”.  Además, el niño (a) debería ser capaz de comprender y utilizar algunas preposiciones.  Ejemplos de preposiciones: a, ante, bajo, con, de, en, entre, para, por… y otros más.

Entre 3- 5 años:  la mayor parte del lenguaje y de los sonidos deberían haber sido obtenidos en este punto.  A esta edad ya el niño (a) debería tener configurado su lenguaje de acuerdo con las normas gramaticales que caracterizan el lenguaje del adulto.