domingo, 15 de mayo de 2011

¡Háblele al feto!


Nathalia Calderón
Directora del CELA (Centro Especializado en Lenguaje y Aprendizaje).
Terapeuta de Lenguaje, Máster en Psicopedagogía, Máster en Administración Educativa y Licenciada en Educación Especial. Especialista en problemas de aprendizaje UNED.
Colaboradora del programa "Buen Día" 


“Tu vientre se hizo cuna, es que es tan sagrada tu labor,
que pariendo materializas el AMOR volviendo humano el sentimiento”.


Cuando se  explica el “milagro” de la fecundación, se da a conocer únicamente el proceso biológico, lo cual básicamente es la síntesis del enigma que encierra el nacimiento de nueva vida.  Empero, a  partir de ese instante  comienza en realidad una historia en la que hay tres protagonistas: la madre, el padre y el feto.  De su entrega y dedicación dependerá que ese niño (a) que viene tenga una vida armónica, sin traumas que en el futuro le causen dolencias durante su infancia o edad adulta.
No  basta con cuidarse físicamente en el  embarazo, sino que se debe trabajar en el terreno de la intercomunicación con el hijo (a).   No es suficiente medir los latidos del corazón, observar su respiración o contemplar su posición.   La relación directa  de convivencia con la  madre y el padre, está hoy día en lo que la ciencia de vanguardia pone su énfasis.  Es decir, atender el aspecto emocional y comunicativo que madre y feto deben de mantener a lo largo del embarazo. 
Madre y bebé pueden llegar a mantener una conexión plena. La progenitora debe de transmitir sus mensajes, pero nunca de manera impositiva, sino simplemente informativos. La placenta funge como medio de comunicación entre la madre y el hijo (a), es un órgano común para los dos, a través del cual el pequeño recibe todo lo que necesita para vivir.  Se trata de un órgano vital para el feto. 
El padre también tiene que participar, pues aunque está claro que su protagonismo quedará relegado a un segundo plano, no por ello perderá valor.  El papá puede llegar a tener una comunicación plena con su hijo (a):
*            Colocando  las manos sobre el abdomen de la madre y hablando con el bebé, ya que éste recibirá  sus mensajes a través del subconsciente de la gestante.  Luego según se vaya repitiendo el ejercicio, comprobará cómo también a él le responde con estímulos.

El oído es el sentido que predomina:
Las últimas investigaciones dejan claro que  el feto oye tanto los sonidos exteriores como los internos del cuerpo de la madre, filtrados y distorsionados, redefinidos por el medio acuático en el que se baña.   Del cuerpo de su madre, el bebé percibe ruidos digestivos y respiratorios similares al sonido de las olas.  Oye asimismo su corazón. 
Es sensible a los estados emocionales de su mamá permanentes o repetitivos: sus alegrías, sus angustias y su fatiga marcan sin duda al niño desde el período pre-natal.  De ahí la importancia que reviste una adecuada estimulación prenatal.

La Estimulación Prenatal:
Permite enseñarles a los bebés en el útero y este aprendizaje, no sólo optimizará el desarrollo mental de su bebé, sino que le ayudará a crear una corriente continua de comunicación con él.

Ejercicios de estimulación:
Se pueden iniciar con ejercicios de relajación y visualización.  Después del 5º mes, algo maravilloso ocurre: Ya es capaz de oír!  Escucha los sonidos que provienen del cuerpo de la madre, así como su voz y las voces que se encuentran cerca.  Oír sonidos del ambiente.  La música rítmica lo calma y la estridente lo excita.

Los ejercicios facilitan:   
*            Comunicarse con sus padres a través de sus movimientos.
*            Aprender a asociar, esto es, a establecer relación entre ciertos estímulos y ciertas respuestas.
*            A reconocer sonidos y ruidos.
*            Finalmente aprende a prestar atención y desarrolla su memoria.
Los últimos avances en la materia muestran que los bebés que reciben “estimulación prenatal” tienen un acelerado desarrollo visual, lingüístico y motor.   Aunque la mayor atención se ha enfocado en los resultados que demuestran una mayor inteligencia y creatividad en los bebés estimulados, que es otro de los grandes beneficios.

¿En qué forma se aplica?
La madre, en estado de relajación, le puede hacer preguntas – mentalmente o verbalizándolas - , siendo fácil que, en efecto, responda a ellas.  ¿Cómo? Mediante “pataditas” o toqueteos que la madre percibirá claramente.  Y así, una vez que este hecho se convierta en un hábito, la madre podrá saber si su hijo se encuentra bien. 
La estimulación prenatal utiliza varios estímulos como sonidos, especialmente la voz de la madre y la música, movimiento, presión, vibración y luz para comunicarse con el bebé antes de nacer. 
El bebé aprende a reconocer y responder a diversos estímulos, lo que favorece su desarrollo sensorial, físico y mental.

¿Cuándo se debe comenzar?
Se pueden beneficiar  de la estimulación desde el tercer mes de embarazo. 
En este punto comienzan a percibir orientación espacial y estímulos táctiles.  Los bebés desarrollan habilidades sensoriales y motoras en diferentes  etapas del embarazo, por eso es importante introducir los estímulos.
La música es una buena manera, una vez que los bebés desarrollan la audición en el 5º mes, la música es excelente para la estimulación auditiva y para calmar al bebé.
Las madres que toman tiempo diariamente para relajarse escuchando música pueden ayudar a sus bebés a sentirse calmados y felices. Las embarazadas y los bebés comparten hormonas, es decir, existe una conexión cercana entre el bienestar emocional de la madre y el niño.

¿Qué pueden hacer papá y mamá?
*       Desde la concepción el nuevo “ser” estar  allí, presenciando y participando activamente.
*       Hacer consciente la comunicación que existe en forma natural entre la madre y el feto, la mamá debe conversar con el alma del feto como lo hace con otras personas.
*       El papá también debe conversar con el bebé y acariciar el estómago de la madre.
*       Explicarle con palabras cualquier situación tensa emocionalmente  que viva la madre, al bebé y desligarlo de culpas.
*       Incluirlo  en las decisiones importantes que tome la familia, comunicarle todo lo que se va a hacer en todos los casos.  Ejemplo: “Si la mamá tiene que ir al médico, explicarle al bebé que no tiene nada que temer.  Que todo saldrá bien..”
*       Recordar que en todas las situaciones vividas lleva a alguien en su interior y que la menor circunstancia, que quizá pueda parecer  sin gravedad al bebé puede reactivarle situaciones no resueltas.  
*       A la hora de que se aproxima el parto explicarle lo que va a pasar, que las contracciones son para ayudarlo a salir y no para expulsarlo.  Si existe una buena comunicación, el parto será un trabajo en equipo.
*       Además, que si la madre sufre algún acontecimiento de mucho dolor, recordar que el bebé está ahí, hacer participe al bebé contando el por qué de su estado de ánimo, si cae en depresión el bebé sentirá mucho abandono.

Pasos concretos!

Durante las primeras semanas del  segundo trimestre es conveniente preparar una grabación con la voz de mamá y la voz de papá.  Ambos deben empezar repitiendo el nombre del niño e identificándose.
*            Algo así como: "Bebé, bebé, bebé, soy mamá", expresado con muy buena vocalización. Seguir con frases cálidas, positivas y afectivas como: "Te quiero mucho", "vas a ser un niño feliz y sano", "vas a ser inteligente y capaz".
*            Repitiendo cada una tres veces. "Y ahora papá te va a hablar", "soy papá" y otras frases similares a las anteriores. Luego puede escogerse una canción de cuna y cantarla.
Continuar la grabación con otros cinco minutos de música clásica, procediendo primero a identificarla: "Ahora vas a oír...".
Usar la grabación en forma regular, todos los días, especialmente durante los dos últimos meses del embarazo. Colocar los audífonos del reproductor en la parte baja de cada lado del abdomen, al nivel de la línea del bikini.
Utilizar el mismo volumen que sea adecuado (para los mismos padres). Preferiblemente en las primeras horas de la noche.
Durante el tercer trimestre se debe continuarse con la rutina de la grabación a fin de seguir  estimulando su audición.
*            De la misma manera, se le puede enseñar que sus movimientos pueden tener una respuesta. Por ejemplo, si cuando patea se palmea suavemente el sitio del vientre donde se percibió repitiendo "patear, patear," se le está enseñando que con esta actividad el modifica el ambiente y obtiene una contestación. Así se desarrolla su atención y aprende a asociar la acción con la palabra, aún cuando no comprenda su significado.
*            Apretar el abdomen firmemente, pero sin brusquedad, desde la cadera hacia el ombligo, repitiendo "apretar, apretar, apretar. Te estoy apretando".
*            Frotar circularmente la piel del abdomen con la punta de los dedos, como si rascaras, repitiendo "frotar, frotar, frotar, te estoy frotando".
*            Palmear suavemente el abdomen, primero de un lado y después del otro, de abajo hacia arriba diciéndole: "palmear, palmear, palmear. Te estoy palmeando".
*            Pasar las manos sobre el abdomen de arriba hacia abajo diciendo: "acariciar, acariciar, acariciar. Te estoy acariciando".
*            Hablar alto para que el feto oiga. Se ha observado que se mueve en respuesta a estas palabras. Y también que el feto reacciona al apretar, frotar, palmear o acariciar, aún cuando la madre no hable.
Ocasionalmente, algunas mujeres sienten contracciones con esta actividad. En ese caso, deben suspenderse los ejercicios y consultar al medico.
*            Las delgadas paredes uterinas y del abdomen en los últimos meses del embarazo permiten el paso de la luz estimulando el sentido de la visión del feto. Colocar la luz de una linterna cerca de la parte baja del abdomen repitiendo: "luz, luz, luz". Al retirar la fuente luminosa repetir: "oscuro, oscuro, oscuro".
Desde el quinto mes del embarazo se recomienda a la mamá mecerse despacio en una mecedora, a un ritmo de veinte mecidas por minuto.
La frecuencia cardiaca se incrementa rápida y súbitamente en quince latidos o más por minuto dentro de los primeros cinco segundos después de percibido un estímulo.   Por ejemplo, al sonar el teléfono, o el secador de pelo, o el timbre de la puerta. El feto puede oírlos y moverse en respuesta.
Pero los estímulos pueden aplicarse también en forma dirigida siguiendo un programa de estimulación prenatal. Lo deseable es obtener su atención de manera amorosa cuando esté despierto.  Ya que  duerme durante períodos de veinte a cuarenta minutos. Pero puede despertar sobresaltado por un ruido intenso. El bebé está más alerta desde las ocho de la noche hasta cerca de medianoche. Se muestra más atento y receptivo durante este periodo que en el resto del día. Es el mejor momento para disfrutar de la feliz sensación que produce conocer que el bebé tiene la capacidad de sentir y responder desde su oscuro y cerrado mundo en el interior del útero. 
La vida comienza…antes del nacimiento. Dentro del claustro materno el mundo es extremadamente complejo. Muy distinto del antiguo concepto de un feto desarrollándose y flotando tranquilamente en la oscuridad del líquido amniótico en donde se haya sumergido.   Hoy se sabe que se mueve, percibe la luz, oye, chupa su dedo, traga, siente...

“Cada bebé que nace es la decisión de Dios de que el mundo debe seguir adelante...”.